Mas ¡ay Señora!, que yo me veo oprimido por mis vicios, y cargado con mis culpas y pecados, y no puedo levantarme sin los poderosos auxilios de la divina gracia, y sin el cortesía de vuestro cariñoso socorro. Contempla los dos sacrificios en el Calvario – unidad, el cuerpo de https://kedart738kaq3.shopping-wiki.com/user